En fin, el término “buchona” que tocaremos en esta ocasión es referente a las mujeres que se hacen llamar así, pues es una tribu urbana más. Se dice que las buchonas son las nuevas “narcas” (con M), de igual manera se dice que son las novias de los narcos, mujeres que llevan una vida patrocinada por su narco-amor secreto, sin importar la sangre que corra por sus lujos.

Por otro lado, la comunidad “buchona” se encuentra enojada por asociarles con el narcotráfico, alegando que el ser “buchona” no tiene nada que ver con la narco-cultura. El ser “buchona” es más que eso, –es tener buen cuerpo, divertirte, arreglarte super fashion, pero sobre todo… tomar Buchanan´s. Eso, es lo que nos hace buchonas–. (Frase de un blog de Buchonas decentes).

Tener caprichos buchones, por ejemplo:

Andar emperijoyada. Usar todo tipo de anillos, pulseras, collares, cinturones y un bolsononón de marca.

Pestaña postiza, andar muy maquillada, ceja delineada o tatuada.

Uñas largas y postizas, llenas de brillos y piedras preciosas.

El cabello con extensiones, planchado obvio, puede ser ondulado de las puntas.

Usan fajas especializadas para hacer notar la cintura.

Se perfumean en exceso.

Tener una actitud positiva, caminar estilo “Las traigo y las puedo”, con un tacón del 20.

A las buchonas les rete-encanta la música banda, pistear dentro de una troca e irse al antro.

Una buchona jamás pierde el glamour.

  

Por lo visto, existen buchonas buenas y buchonas malas, puedes ser una de ellas aun cuando no tengas un Pablo Escobar como novio, y lo más importante, puedes ser buchona y no vivir en el norte. Simplemente es un estilo más, les gusta la banda, Julión Álvarez, La Trakalosa, en fin, aman la fiesta, ese ambiente y esa moda, punto. Mientras sea una buchona sana y no le haga daño a nadie, no le veo ningún problema a este asunto.